viernes, 5 de diciembre de 2014

Puesta en escena. México 68

Puesta en escena México 68

     La obra teatral, México 68, se caracteriza por reflejar los sentimientos de la matanza de aquel 2 de octubre de 1968 con una representación que contiene diferentes apoyos además de actuación, tales como video digital, danza y música, a través de dichos medios se considera como un genocidio perpetrado, en aquella fecha,  por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz Bolaños, nacido en Puebla el 12 de marzo de 1911,  fue un abogado y político mexicano que se desempeñó como Presidente de México del 1 de diciembre de 1964 al 30 de noviembre de 1970. Durante su sexenio se llevaron a cabo varios eventos relevantes, la matanza estudiantil de Tlatelolco, el intento de levantamiento armado en Ciudad Madera Chihuahua, los Juegos Olímpicos en México en 1968, la firma del Tratado de Tlatelolco, la construcción de la primera línea del Metro de la Ciudad de México y la Copa Mundial de Fútbol de 1970, así mismo, se considera su sexenio como aquel que transmite el dolor, la impotencia, y tantos sentimientos de rabia debido al autoritarismo y la injusticia política, donde lo único que sirve y manda es el poder.

   Según el libro, (“1968: Todos los culpables”)[1], son varios los elementos clave que desataron la matanza del 68: El miedo de Gustavo Díaz Ordaz a los movimientos callejeros, sumado al temor de Luis Echeverría Álvarez que estaba obsesionado con ser sucesor de la presidencia, la teoría de la conspiración comunista internacional, entre otros aspectos que causaron esta masacre en la plaza de Tlatelolco; misma donde las luces de bengala hicieron su aparición en el cielo cuando en pleno desarrollo del mitin estudiantil el estruendo de las balas comenzó a ensordecer para que después el país dejara de ser el mismo al igual que los procesos de cambio, puesto que, siendo algo que ha quedado claro después de la documentada matanza, los estudiantes no tenían ningún contacto con “agitadores” extranjeros, como por ejemplo agentes de la Revolución cubana o comunistas de la Unión Soviética; los jóvenes no proponían una revolución armada y aunque fueron estruendosos en sus consignas contra el presidente Díaz Ordaz y su gobierno, no había intenciones golpistas en sus manifestaciones.

   No obstante, el propósito del autor, es mostrarnos un poco de lo que se vivió en México en el año de 1968, con respecto a los estudiantes; así como, crear una conciencia en los mexicanos con la situación actual que México está viviendo, en donde se comienzan a notar aspectos parecidos a México 68, que dejo marcados a muchos, de diferentes maneras. Sin embargo, también nos expresa, de cierta manera, que nos levantemos en pie de lucha contra las situaciones que afectan al pueblo; otro de los propósitos del mismo es, con el ambiente que realiza con las luces y los efectos de sonido, lograr que el espectador se sienta parte de la obra, así mismo, lograr el nacimiento de emociones y sentimientos solidarios en el espectador.

   Parte de las características de esta obra es el léxico empleado, en la ya aludida puesta en escena, está formado por los vocablos y lenguaje que los jóvenes utilizaban en dicha época, no eran tan nimios en cuanto a conocimientos pero si muy coloquiales si a sus palabras nos referimos; así mismo hubieron aspectos físicos a notar, la escenografía, que de cierta manera, se  puede llamar sencilla contando con algunos muñecos de trapo a escala humana, inmobiliaria versátil, de igual manera un par de audios y vídeos puestos en pantallas pequeñas por medio de cañones y voces que en su entonación pueden demostrar distintos sentimientos tales como coraje, tristeza, emoción, alegría y demás, terminan con las características particulares de esta obra.

    Para la historia, tenemos como personaje principal a Julieta, una chica joven con sueños e ilusiones rotas, llena de coraje, rencor, odio y frustración, la historia gira entorno a ella, que, siendo testigo de los hechos ocurridos en aquel día gris, tiene pesadillas, las cuales le causan fenómenos extraños, tales como, apariciones de sus seres queridos, quienes perdieron la vida en dicho movimiento, estos sucesos le ocasionan problemas, y te hacen notar el trauma en el que vive por el masacre de 1968. Este trauma le hace la vida “difícil” por sus dolorosos recuerdos, le acarrea pláticas profundas con distintos personajes, como lo es, uno de sus grandes amigos, el cual se aparece muy constantemente haciéndola creer que el está en el presente, con ella, haciéndole ver que realmente el año 1968, que el movimiento, la matanza tras todo el ataque que se dio por Díaz Ordaz en aquella época, quedo atrás.

    Otro de sus amigos más íntimos, suele visitarla en muchas ocasiones y actúa como si estuviera vivo, puesto que charla, bebe alcohol, canta, baila y escucha música con ella, al igual que hablan de lo ocurrido el 2 de octubre de aquel año, y las diferentes posiciones tanto sociales como políticas, así mismo los hechos que en ese año marcaron de diferente manera al país mexicano,  a los estudiantes, como el ataque al Colegio de San Ildefonso: 

(“Llegaban algunos compañeros al colegio, gritando ¡ahí vienen! Rápidamente cerraron todas las entradas posibles puertas, ventanas mientras que las atrancaban con todo lo que tenían a la mano silla, mesas, escritorios etc. Los militares intentaron entrar pero todos detenían las entradas, hasta que llego un militar con una bazuca amenazando que iba a volar la entrada rápidamente todos los estudiantes se quitaron y el militar voló la entrada después los militares entraron a la preparatoria, varios estudiantes trataron de huir otros pedían que no les hicieran daño lo cual fue en vano ya que los militares los sometieron violetamente muy pronto todo se veía rodeado por charcos de sangre")

   Más tarde recuerdan juntos, que, tras la balacera en Tlatelolco[2] sus amigos cayeron en ella desangrándose, dando el último suspiro. Durante dicho suceso Julieta salvo a una chica,  Aurora, que lamentablemente asesinaron más tarde, este personaje es uno de los recuerdos que vagan por la insufrible memoria de Julieta.

   Cada vez que estos recuerdos atormentan a Julieta, le hacen saber que, mientras ella se resguarda en sus recuerdos, muchos otros dirigentes, como ella, traicionan sus ideales, aceptando puestos políticos y realizando acciones, que precisamente, antes luchaban para acabarlas, con el paso del tiempo, Julieta reacciona, dándose cuenta, que, no solo se imaginaba a dos o tres personas, sino a todos sus amigos; al escuchar y reflexionar las pláticas que con ellos tienen, decide seguir luchando por sus ideales y de esta manera rendir homenaje a sus muertos, así, con esta alma en lucha acaba la obra.

    Hoy en día el gobierno mexicano trata de hacer olvidar el acontecimiento, que mancho de sangre a decenas de familias, que no permitió que aquel estudiante regresara a su hogar, que no les dejo celebrar un cumpleaños más, sin embargo, una nueva esperanza, tal como la de Julieta, está naciendo en nuevas generaciones de estudiantes, pues estos conmemora este día, de diferentes formas, haciendo notar que aquella matanza no se olvida.

   El sábado 12 de octubre de 1968, Díaz Ordaz, estuvo presente en la inauguración de los XIX Juegos Olímpicos[3], bautizados como "la olimpiada de la paz", en ese momento un grupo de manifestantes lanzó sobre el palco, donde este se encontraba un papalote de color negro en forma de paloma, en repudio por la matanza del 2 de octubre.

    No cabe de más, mencionar que la sociedad de aquella época era muy conservadora y apegada mucho a la religión, a los jóvenes la mayoría se les consideraba malhechores revolucionaros, e incluso la sociedad consideró una decisión bien tomada por el presidente sobre la matanza en Tlatelolco, ya que la política se basaba en la opresión del pueblo casi como una dictadura, censuraban  la información de los medios de comunicación, es decir, la televisión, el radio, el periódico, etc., y muchos de los que se manifestaban eran sometidos fuertemente.

   Sin embargo, la lucha después de aquella matanza siguió en pie por distintas personas para que, el recuerdo de miles de vidas dadas a la lucha por la libertad siguiera sonando, que la justicia y solidaridad no quedaran atrás, que el alma de aquellos miles de estudiantes siguiera en pie se obtuvo que, el 8 de noviembre de 2011, el Congreso de la Unión declaró el 2 de octubre, día de duelo nacional. Además, se propuso inscribir dicha fecha en el muro de honor de la Cámara de Diputados, en memoria de los "mártires de la democracia". Cada año se realiza una marcha que culmina en la plaza de las tres culturas, en memoria de todos los estudiantes caídos que lucharon por defender sus ideales a pesar de que el gobierno estaba en contra.

    ¿Por qué? Porque, el 2 de Octubre no se olvida.

Bibliografía:

v  Margarita Alegría,(2006), Como leer la Ciencia para todos, México, S.L. FONDO DE CULTURA ECONÓMICA DE ESPAÑA,


v  Ysabel Gracida Galindo Hernández, (2005)La argumentación, Acto de persuasión, convencimiento o demostración, México, Edere



   Fuentes de Internet:











[1] 1968: todos los culpables, Jacinto Rodríguez Munguía, 2008, Editorial Debate. Con un estilo incisivo y en una cabal investigación periodística, Jacinto Rodríguez Munguía pone el dedo en una herida que lleva cuarenta años abierta y no ha podido sanar: 1968. Definitivamente, dice el autor, no se trata de una historia cómoda, de héroes y finales felices. En esos días caducó el mito de la lealtad de las fuerzas armadas del Estado mexicano, se buscaron chivos expiatorios y se derramo sangre.
1968: todos los culpables deja una vez al descubierto que la presión social no está hecha para un poder frágil, que existían todas las condiciones para que la matanza se evitara. Y así la perplejidad continúa, los pasos de cientos de estudiantes por la calles todavía se escuchan. http://latiraniainvisible.com/obras/1968-todos-los-culpables/


[2] Tlatelolco. Plaza de las Tres Culturas o Conjunto Habitacional de Tlatelolco es una plaza ubicada en el centro de la Ciudad de México, en la Delegación Cuauhtémoc, lugar donde ocurrió la tragedia, conocida como la Matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968 y en la que perdieron la vida decenas de civiles, principalmente estudiantes, a manos del ejército y la policía, presuntamente por órdenes del presidente Gustavo Díaz Ordaz y su Secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez.

[3] Los Juegos Olímpicos de México 1968, oficialmente conocidos como los Juegos de la XIX Olimpiada, fueron un evento multideportivo internacional, celebrado en la Ciudad de México, México, entre el 12 y el 27 de octubre de 1968. La Ciudad de México fue candidata a los Juegos Olímpicos de 1956 y a los de 1960, sin embargo, en ambas ocasiones las candidaturas fracasaron al recibir un mínimo de votos durante la elección.

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