Puesta
en escena México 68
La obra teatral, México 68, se caracteriza
por reflejar los sentimientos de la matanza de aquel 2 de octubre de 1968 con
una representación que contiene diferentes apoyos además de actuación, tales
como video digital, danza y música, a través de dichos medios se considera como
un genocidio perpetrado, en aquella fecha,
por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz Bolaños, nacido en Puebla el 12 de
marzo de 1911, fue un abogado y político
mexicano que se desempeñó como Presidente de México del 1 de diciembre de 1964
al 30 de noviembre de 1970. Durante su sexenio se llevaron a cabo varios
eventos relevantes, la matanza estudiantil de Tlatelolco, el intento de
levantamiento armado en Ciudad Madera Chihuahua, los Juegos Olímpicos en México
en 1968, la firma del Tratado de Tlatelolco, la construcción de la primera
línea del Metro de la Ciudad de México y la Copa Mundial de Fútbol de 1970, así
mismo, se considera su sexenio como aquel que transmite el dolor, la
impotencia, y tantos sentimientos de rabia debido al autoritarismo y la
injusticia política, donde lo único que sirve y manda es el poder.
Según el libro, (“1968: Todos los culpables”)[1], son varios los elementos
clave que desataron la matanza del 68: El miedo de Gustavo Díaz Ordaz a los
movimientos callejeros, sumado al temor de Luis Echeverría Álvarez que estaba
obsesionado con ser sucesor de la presidencia, la teoría de la conspiración
comunista internacional, entre otros aspectos que causaron esta masacre en la
plaza de Tlatelolco; misma donde las luces de bengala hicieron su aparición en
el cielo cuando en pleno desarrollo del mitin estudiantil el estruendo de las
balas comenzó a ensordecer para que después el país dejara de ser el mismo al
igual que los procesos de cambio, puesto que, siendo algo que ha quedado claro
después de la documentada matanza, los estudiantes no tenían ningún contacto
con “agitadores” extranjeros, como por ejemplo agentes de la Revolución cubana
o comunistas de la Unión Soviética; los jóvenes no proponían una revolución
armada y aunque fueron estruendosos en sus consignas contra el presidente Díaz
Ordaz y su gobierno, no había intenciones golpistas en sus manifestaciones.
No obstante, el propósito del autor, es
mostrarnos un poco de lo que se vivió en México en el año de 1968, con respecto
a los estudiantes; así como, crear una conciencia en los mexicanos con la
situación actual que México está viviendo, en donde se comienzan a notar
aspectos parecidos a México 68, que dejo marcados a muchos, de diferentes
maneras. Sin embargo, también nos expresa, de cierta manera, que nos levantemos
en pie de lucha contra las situaciones que afectan al pueblo; otro de los
propósitos del mismo es, con el ambiente que realiza con las luces y los
efectos de sonido, lograr que el espectador se sienta parte de la obra, así
mismo, lograr el nacimiento de emociones y sentimientos solidarios en el
espectador.
Parte de las características de esta obra es
el léxico empleado, en la ya aludida puesta en escena, está formado por los
vocablos y lenguaje que los jóvenes utilizaban en dicha época, no eran tan
nimios en cuanto a conocimientos pero si muy coloquiales si a sus palabras nos
referimos; así mismo hubieron aspectos físicos a notar, la escenografía, que de
cierta manera, se puede llamar sencilla
contando con algunos muñecos de trapo a escala humana, inmobiliaria versátil,
de igual manera un par de audios y vídeos puestos en pantallas pequeñas por
medio de cañones y voces que en su entonación pueden demostrar distintos
sentimientos tales como coraje, tristeza, emoción, alegría y demás, terminan
con las características particulares de esta obra.
Para la historia, tenemos como personaje
principal a Julieta, una chica joven con sueños e ilusiones rotas, llena de
coraje, rencor, odio y frustración, la historia gira entorno a ella, que,
siendo testigo de los hechos ocurridos en aquel día gris, tiene pesadillas, las
cuales le causan fenómenos extraños, tales como, apariciones de sus seres
queridos, quienes perdieron la vida en dicho movimiento, estos sucesos le
ocasionan problemas, y te hacen notar el trauma en el que vive por el masacre
de 1968. Este trauma le hace la vida “difícil” por sus dolorosos recuerdos, le
acarrea pláticas profundas con distintos personajes, como lo es, uno de sus
grandes amigos, el cual se aparece muy constantemente haciéndola creer que el
está en el presente, con ella, haciéndole ver que realmente el año 1968, que el
movimiento, la matanza tras todo el ataque que se dio por Díaz Ordaz en aquella
época, quedo atrás.
Otro de sus amigos más íntimos, suele
visitarla en muchas ocasiones y actúa como si estuviera vivo, puesto que
charla, bebe alcohol, canta, baila y escucha música con ella, al igual que
hablan de lo ocurrido el 2 de octubre de aquel año, y las diferentes posiciones
tanto sociales como políticas, así mismo los hechos que en ese año marcaron de
diferente manera al país mexicano, a los
estudiantes, como el ataque al Colegio de San Ildefonso:
Más tarde recuerdan juntos, que, tras la
balacera en Tlatelolco[2] sus amigos cayeron en ella
desangrándose, dando el último suspiro. Durante dicho suceso Julieta salvo a
una chica, Aurora, que lamentablemente
asesinaron más tarde, este personaje es uno de los recuerdos que vagan por la
insufrible memoria de Julieta.
Cada vez que estos recuerdos atormentan a
Julieta, le hacen saber que, mientras ella se resguarda en sus recuerdos,
muchos otros dirigentes, como ella, traicionan sus ideales, aceptando puestos
políticos y realizando acciones, que precisamente, antes luchaban para
acabarlas, con el paso del tiempo, Julieta reacciona, dándose cuenta, que, no
solo se imaginaba a dos o tres personas, sino a todos sus amigos; al escuchar y
reflexionar las pláticas que con ellos tienen, decide seguir luchando por sus
ideales y de esta manera rendir homenaje a sus muertos, así, con esta alma en
lucha acaba la obra.
Hoy en día el gobierno mexicano trata de
hacer olvidar el acontecimiento, que mancho de sangre a decenas de familias,
que no permitió que aquel estudiante regresara a su hogar, que no les dejo
celebrar un cumpleaños más, sin embargo, una nueva esperanza, tal como la de
Julieta, está naciendo en nuevas generaciones de estudiantes, pues estos
conmemora este día, de diferentes formas, haciendo notar que aquella matanza no
se olvida.
El sábado 12 de octubre de 1968, Díaz Ordaz,
estuvo presente en la inauguración de los XIX Juegos Olímpicos[3], bautizados como "la
olimpiada de la paz", en ese momento un grupo de manifestantes lanzó sobre
el palco, donde este se encontraba un papalote de color negro en forma de
paloma, en repudio por la matanza del 2 de octubre.
No cabe de más, mencionar que la sociedad
de aquella época era muy conservadora y apegada mucho a la religión, a los
jóvenes la mayoría se les consideraba malhechores revolucionaros, e incluso la
sociedad consideró una decisión bien tomada por el presidente sobre la matanza
en Tlatelolco, ya que la política se basaba en la opresión del pueblo casi como
una dictadura, censuraban la información
de los medios de comunicación, es decir, la televisión, el radio, el periódico,
etc., y muchos de los que se manifestaban eran sometidos fuertemente.
Sin embargo, la lucha después de aquella
matanza siguió en pie por distintas personas para que, el recuerdo de miles de
vidas dadas a la lucha por la libertad siguiera sonando, que la justicia y
solidaridad no quedaran atrás, que el alma de aquellos miles de estudiantes
siguiera en pie se obtuvo que, el 8 de noviembre de 2011, el Congreso de la
Unión declaró el 2 de octubre, día de duelo nacional. Además, se propuso
inscribir dicha fecha en el muro de honor de la Cámara de Diputados, en memoria
de los "mártires de la democracia". Cada año se realiza una marcha
que culmina en la plaza de las tres culturas, en memoria de todos los
estudiantes caídos que lucharon por defender sus ideales a pesar de que el
gobierno estaba en contra.
¿Por qué? Porque, el 2 de Octubre no se
olvida.
Bibliografía:
v Margarita Alegría,(2006), Como
leer la Ciencia para todos, México, S.L. FONDO DE CULTURA ECONÓMICA DE ESPAÑA,
v Ysabel Gracida Galindo Hernández,
(2005)La argumentación, Acto de persuasión, convencimiento o demostración,
México, Edere
Fuentes de
Internet:
[1] 1968: todos los culpables,
Jacinto Rodríguez Munguía, 2008, Editorial Debate. Con un estilo incisivo y en
una cabal investigación periodística, Jacinto Rodríguez Munguía pone el dedo en
una herida que lleva cuarenta años abierta y no ha podido sanar: 1968.
Definitivamente, dice el autor, no se trata de una historia cómoda, de héroes y
finales felices. En esos días caducó el mito de la lealtad de las fuerzas
armadas del Estado mexicano, se buscaron chivos expiatorios y se derramo
sangre.
1968:
todos los culpables deja una vez al descubierto que la presión social no está
hecha para un poder frágil, que existían todas las condiciones para que la
matanza se evitara. Y así la perplejidad continúa, los pasos de cientos de
estudiantes por la calles todavía se escuchan. http://latiraniainvisible.com/obras/1968-todos-los-culpables/
[2] Tlatelolco. Plaza de las Tres
Culturas o Conjunto Habitacional de Tlatelolco es una plaza ubicada en el
centro de la Ciudad de México, en la Delegación Cuauhtémoc, lugar donde ocurrió
la tragedia, conocida como la Matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968 y
en la que perdieron la vida decenas de civiles, principalmente estudiantes, a
manos del ejército y la policía, presuntamente por órdenes del presidente
Gustavo Díaz Ordaz y su Secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez.
[3] Los Juegos Olímpicos de México
1968, oficialmente conocidos como los Juegos de la XIX Olimpiada, fueron un
evento multideportivo internacional, celebrado en la Ciudad de México, México,
entre el 12 y el 27 de octubre de 1968. La Ciudad de México fue candidata a los
Juegos Olímpicos de 1956 y a los de 1960, sin embargo, en ambas ocasiones las candidaturas
fracasaron al recibir un mínimo de votos durante la elección.
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